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Betacarotenos: ¿qué son y cuales son sus beneficios?

Los betacarotenos son unos pigmentos de color rojo, anaranjado y amarillo pertenecientes al grupo de los carotenoides.

Principalmente los betacarotenos son importantes para nosotros debido a que proveen aproximadamente el 50% de la vitamina A  (retinol) necesaria en nuestra dieta, esta vitamina es muy importante para nuestra salud ocular entre otros muchos beneficios.

También podemos obtener muchos mas beneficios gracias a los betacarotenos como por ejemplo:

  • Prevenir la diabetes.
  • Fortalecer nuestro sistema inmunitario para así poder combatir contra virus e infecciones.
  • Cuidar nuestro cerebro y prevenir posibles demencias.
  • Nos protege de sufrir enfermedades cardiovasculares.
  • Interviene en la formación de huesos.
  • Su déficit puede provocar artritis reumatoide.
  • Finalmente, los betacarotenos actúan como antioxidantes frente a los radicales libres ayudándonos a protegernos del cáncer.

¿Qué alimentos contienen betacarotenos?

Ya sabemos qué son los betacarotenos y cuales son los beneficios que nos ofrecen, veamos unos ejemplos de alimentos ricos en este compuesto:

  • Zanahoria
  • Pimiento rojo.
  • Boniato.
  • Calabaza.

¿Suplementar con betacarotenos?

Como bien hemos visto, los betacarotenos nos proporcionan muchos beneficios, pero, ¿hace falta suplementarse con ellos? Bien, primero de todo habría que ver si tenemos un déficit y de ser así habría que tomar betacarotenos de manera natural a través de alimentos. No obstante podriamos suplementar pero siempre y cuando no lo tomemos en dosis muy altas debido que si eso ocurre y de manera muy recurrente en el tiempo nos puede poner la piel de color amarillo o naranja.

Estudios científicos sobre estos compuestos

En modelos animales, los carotenos estimulan la función inmunológica de los linfocitos T y B; así como pueden producir inhibición del crecimiento tumoral también disminuyen la formación de radicales libres de oxigeno, que influyen en las células responsables de la formación de la placa de ateroma de las enfermedades cardiovasculares. Está demostrado que dietas ricas en alimentos que tengan antioxidantes (frutas y verduras) reducen el riesgo de estas enfermedades.

A pesar de las evidencias mencionadas es importante recordar que esta actividad antioxidante depende de una serie de factores, como su estructura química (tamaño, número de sustituyentes, configuración cis o trans, entre otros), su concentración, la presión parcial de oxígeno o su interacción con otros antioxidantes, sobre todo las vitaminas C y E.

De igual forma se observó que el incremento de los niveles plasmáticos de carotenoides estaba asociado con un menor daño del ADN y una mayor actividad reparadora. Los subgrupos de carotenoides menos conocidos, como son la luteína y zeaxantina, también han sido investigados por su posible papel en prevenir la degeneración macular. Estos son encontrados principalmente en las verduras de hojas verde oscuro como las espinacas, la col rizada verde y col común.

Se ha propuesto que la luteína podría proteger la mácula del daño inducido por la luz tiñéndola de amarillo, actuando así como una especie de lentes de sol naturales; también actúan en la forma usual de antioxidante, neutralizando los radicales libres . En un estudio multicéntrico con la participación de 776 sujetos con edades entre los 55 y los 80 años, diagnosticados con un estado avanzado de degeneración macular relacionada con la edad, se asoció una alta ingesta dietética de carotenoides con una disminución del 43% en el riesgo de degeneración macular relacionada con la edad, comparada con aquellos que consumieron bajas cantidades de estos carotenoides.

Se ha sugerido como dosis mínima diaria de luteína la cantidad de 6 mg para reducir el riesgo de degeneración macular y cataratas. En un estudio realizado en Estados Unidos en 2.410 sujetos que habían presentado adenocarcinoma primario de colon, se sugiere que la luteína puede ayudar en la prevención del riesgo del desarrollo del cáncer del colon; entre los alimentos que más contribuyen para este efecto son las espinacas, el brócoli, la lechuga, los tomates, las naranjas y jugo de naranja, zanahoria y apio.

Los diferentes estudios revisados, demuestran que cada compuesto de la familia de los carotenoides tomados mediante una dieta regular, que incluya frutas y vegetales ricos en estos pigmentos, podría ayudar en la prevención de la aparición de enfermedades cardiovasculares, así como en la del daño oxidativo producido por los radicales libres.

Otro de los compuestos pertenecientes a la familia de los carotenoides es el licopeno, pigmento vegetal soluble en grasas. Es el responsable del color rojo característico del tomate, el cual se considera la mejor fuente de este compuesto, aunque también se encuentra en menor cantidad en otras frutas como la sandía, la guayaba y el pomelo rosa.

La estructura química del licopeno es muy sencilla, está constituido por una cadena alifática formada por cuarenta átomos de carbono y se caracteriza por poseer un gran número de dobles enlaces conjugados. Esta estructura le confiere su alto carácter lipofílico, por lo cual se concentra en lipoproteínas de baja y muy baja densidad en fracciones del serum.

Mar Guasch
Auxiliar de Enfermería y Técnico superior en dietética con enfoque ecológico.

Fuente: www.enbuenasmanos.com

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