Por Martín Alonso Aragón • exitoaragon@hotmail.com
De verdad podríamos decir sin lugar a equivocarnos, que la tecnología nos atropelló. Hoy por hoy a manera de charla algunos lo exclaman: “No se como bajar esta aplicación” – “¿Como se envía una foto?” – “¿Como se envía un mensaje en grupo?” – “Me tomó ventaja este asunto” . . . esos son algunos de los comentarios e interrogantes que nos hacemos a diario quienes aún “patinamos” en este campo.
Otra de las desatinadas afirmaciones al respecto y que hacemos de manera muy orgullosa, es cuando nos atrevemos a decir: “Es que los niños vuelan con esos aparatos, nos tomaron ventaja . . . que pena que nosotros ya viejos y no sepamos ni grabar un archivo” Hasta ahí todo parece ir normal, ademas porque cuando tenemos espacio para hablar con nuestros hijos les contamos que en nuestra época la mayor tecnología era una máquina de escribir portátil. . . “¿Y eso que es Papi?” exclaman. . . mientras nosotros inocentemente dejamos escapar una risotada y ellos agregan: “Estas viejito Papi” (Hago aclaración que este ejemplo me lo contaron unos amigos, a mi “NUNCA” me ha ocurrido esto).
Bueno, la situación sigue apareciendo dentro de lo que llamamos normal. Pero si hiciéramos un recuento de lo que ha pasado desde que empezó el fenómeno de la tecnología a “invadirnos” nos tenemos que empezar a preocupar. Resulta sorprendente darnos cuenta como la inteligencia nos tomo gran ventaja y nos comenzó a dar literalmente en la cara. Suena rudo, pero es una triste realidad que hoy nos toca enfrentar, pues la situación casi que se nos sale de las manos y digo casi, porque si ponemos freno, podríamos evitar que nuestros hijos fueran a la par de los avances tecnológicos, en cambio, podríamos disfrutar mucho más de ellos.
Un concejero me dijo hace días, que no hiciera alarde de la capacidad de mi pequeña hija porque hasta editar video sabía y que hasta le ganaba a la computadora en ajedrez. . . “piensa mejor” – me dijo – “en recuperar ese espacio que le dedica a los electrónicos y juega con ella, antes que sea demasiado tarde”
Me puso a pensar mi amigo, y ¿saben una cosa? Tiene absolutamente, toda la razón. Pero nos enorgullece decir que todo va bien en los negocios y el tiempo en casa lo “aprovechamos” para ver una película o dormir; porque: “Ufff !!! fue un día agotador. Que nadie me moleste, quiero descansar” (Eso dicen algunos Papas, conste que eso a mi tampoco me ocurre . . . imagínense risas de fondo. Son muchos los nuevos equipos que tenemos hoy para escoger, pero no voy a mencionar ninguno, mucho menos de los nuevos, porque estoy seguro que de hacerlo; usted va a dejar de leer esta ALERTA para salir corriendo a comprarlo, o mejor dicho, a pedirlo por internet. Que tristeza, pero esa es la verdad.
Es que a ese punto hemos llegado, sin darnos cuenta ya somos PRESA de la famosa nueva era tecnológica que sin embargo -Y hay que reconocerlo- nos permite facilitar muchas cosas de nuestra cotidianidad, pero nos roba algo con lo que usted y Yo crecimos. . . el oír a Papá y Mamá llamándonos: “Mijooo !!! es hora de comer, ve a cambiarte de ropa porque estas hecho un desastre de jugar en ese tierrero, te lavas las manos y te sientas” . . .
¿La tecnología nos arruinó la vida? Eso particularmente me pregunto Yo. Aprovecho para poner como ejemplo lo siguiente. En mi época de reportero ni celular teníamos, pero si podíamos darnos el gusto de informar a tiempo de lo que ocurría y que convertíamos en noticia, IRÓNICAMENTE, había inmediatez, uno se las ingeniaba. . . todo era normal; hoy en día, la extremada facilidad hasta a vuelto mediocres a los medios de comunicación. (Eso lo digo asumiendo las consecuencias de los que hoy marchan al ritmo de la tecnología, lo más triste, es que Yo tengo que incluirme, mucho más irónico ¿No?)Con este simple ejemplo, dígame Usted: ¿Ya no tenemos nada que hacer? – ¿Debemos claudicar en la intención de compartir más de nuestro tiempo con nuestros hijos? – ¿Se nos acabó la paz porque la tecnología nos venció?
NO!!!! dirán otros: La tecnología transformó el mundo. Yo en mi humilde concepto, me atrevo a asegurar, que la tecnología con todos sus importantísimos aportes, nos robó la esencia de la vida y nos acabó la capacidad de hacer grandes esfuerzos para permitir que nuestros asuntos se conviertan en grandes logros que se alcanzan con el uso de nuestro propio ingenio.
Ahora hasta las máquinas casi que piensan por nosotros. ¿Se imaginan entonces que estamos permitiendo que ocurra con nuestros hijos y peor aún, con los hijos de nuestros hijos si seguimos dejando que dependan de los grandes avances tecnológicos? Yo no sé. ¿Usted lo pensaría? En nuestras manos es que realmente esta el futuro, no sigamos creyendo que eso depende de nuestros niños, porque nosotros mismos estamos acabando con esa posibilidad si dejamos que ellos se distraigan con los “jueguitos” que los mantiene en casa “entretenidos”, engordando y hasta embruteciéndose.
Si sonó fuerte o cruel, pues sepa que todos estamos en el mismo terreno. Se nos creció el enano. . . ¿Y ahora quien podrá defendernos? Mientras nos deleitamos con este “taco” de DINAMITA, pensemos que hacer. Ahora le doy ENTER a mi portátil y ahí los dejo.
