La importancia de la microbiota intestinal
La microbiota intestinal está formada por 100 billones de bacterias y son esenciales para mantener un buen nivel de salud en todo nuestro organismo.
Con el paso del tiempo se ha ido descubriendo que la microbiota intestinal, está implicada en alrededor de veinte mil funciones biológicas que suceden a diario en nuestro organismo. La mayoría están relacionadas con la digestión, la modulación del metabolismo energético, la acción inmunoprotectora y la conexión de doble sentido eje intestino-cerebro.
En este enlace puedes encontrar información más detallada sobre la microbiota.
En los últimos años ha crecido el número de patologías asociadas al estado de la microbiota: obesidad, diabetes tipo 2, alergias, asma, acné, hígado graso no alcohólico, la enfermedad celíaca, la enfermedad de Crohn, colitis, problemas psicológicos, entre muchas otras.
Por ello, es importante prestar atención a las digestiones y a los síntomas que nos pueden indicar una alteración de la microbiota (disbiosis).
Fármacos que afectan a la microbiótica intestinal
Existe evidencia científica sobre el efecto perjudicial que tienen muchos medicamentos sobre la microbiota saludable. La revista científica Nature publicó un estudio sobre un ensayo clínico realizado sobre 1079 medicamentos con hasta 40 tipos de bacterias que forman parte del intestino humano. De todos los medicamentos ensayados, 244 tenían actividad antimicrobiana (frente a bacterias, hongos, virus y parásitos) y los 835 restantes actuaban sobre células humanas.
De manera general se conoce que los antibióticos perjudican a las especies que nos protegen, pero no son los únicos enemigos de la microbiota intestinal que pueden provocar disbiosis: laxantes, benzodiacepinas, antihistamínicos, estatinas, antidepresivos, paracetamol, anticonceptivos orales, antihipertensivos, tratamientos oncológicos, entre otros.
Los inhibidores de la bomba de protones más conocidos como protectores gástricos son la banda del crimen organizado de nuestra microbiota saludable, puede parecer una afirmación exagerada pero es que son capaces de alterar 24 familias de bacterias y hasta 133 vías metabólicas de la microbiota intestinal.
¿Pero cómo van a ser tan perjudiciales si representa nada menos que un 6,2% del total de fármacos vendidos en España y a mi vecina del tercero le va fenomenal?
En España doblamos la media europea del consumo de este tipo de medicamentos, además no hace falta receta médica, lo que promueve un consumo irresponsable porque el famoso ‘’omeprazol’’ se usa a diestro y siniestro para cualquier afectación relacionada con el estómago.
Desde la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), avisan de que en España «entre el 54% y el 69% de las prescripciones de inhibidores de la bomba de protones, son inadecuadas.
El uso generalizado de los protectores gástricos supone un gran problema, ya que en muchas ocasiones se da por hecho de que las molestias digestivas están asociadas a un exceso de ácido y se puede deber a un sobrecrecimiento bacteriano en intestino delgado (SIBO). El tratamiento de SIBO con protectores gástricos provoca que esta alteración se cronifique debido a que el fármaco tiene un efecto reductor del ácido gástrico.
Otra de las consecuencias negativas que tienen estos fármacos es que pueden generar mala absorción de algunos nutrientes esenciales como el magnesio o la vitamina B12.
Los fármacos antidepresivos también inciden en una disminución de la variedad de la comunidad microbiana, sobre todo de Ruminococcus flavefaciens y Akkermansia muciniphila.
Los antibióticos y otros fármacos antiinfecciosos tienen el poder de acabar con microorganismos que nos producen infecciones, pero a su vez también destruyen bacterias que nos protegen como, por ejemplo, las famosas bifidobacterias.
Un estudio realizado por investigadores del Hospital Infantil de Cincinnati, muestra que el abuso de antibióticos en la infancia puede producir alteraciones en el sistema inmune y neuroendocrino con efectos que se desarrollarán en la edad adulta.
El fármaco metformina utilizado como tratamiento de la diabetes tipo 2 regula la microbiota intestinal y el metabolismo de ácidos biliares en pacientes con diabetes de tipo 2, es decir produce cambios favorables en la microbiota intestinal.
En un estudio de investigación realizado por el Hospital Josep Trueta de Girona, observaron que la metformina incrementaba la diversidad bacteriana y la proporción de especies productoras de ácidos grasos de cadena corta. También se incrementa la abundancia de enterobacterias, relacionadas con la diarrea que produce el mismo fármaco.
Efecto modulador de la microbiota sobre los efectos del fármaco
El estado de salud de la microbiota intestinal es importante porque condiciona la acción del fármaco. Puede potenciar, reducir su eficacia y/o convertir al medicamento en tóxico no deseado.
Una de las funciones de la microbiota intestinal está relacionada con el metabolismo que transforma las estructuras químicas de los compuestos que ingerimos. El metabolismo tiene distintas consecuencias sobre la acción y eficacia de los medicamentos.
En el caso de la levodopa que es el tratamiento más utilizado para el párkinson, se descubrió que la bacteria intestinal Enterococcus faecalis produce la degradación del fármaco.
Si tomo medicamentos ¿cómo debo proteger mi microbiota intestinal?
Durante y después de recibir un tratamiento farmacológico es importante cuidar el bienestar de nuestra microbiota intestinal. Para ello se puede recurrir a los alimentos fermentados, la fibra prebiótica, los suplementos probióticos y los alimentos con polifenoles antioxidantes a excepción del pomelo.
Fuente: enbuenasmanos.com