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Vamos a conocer los diferentes tipos de baños para la salud a los que podemos recurrir. Vale la pena descubrir cuales se adaptan mejor a nuestro caso.

Baños para relajarse

Pocas cosas hay tan relajantes como un buen baño.

Cuando estamos sumergidos en el agua el peso de nuestro cuerpo se reduce el 90%, lo que disminuye la presión de las articulaciones y los músculos produciendo una agradable sensación de bienestar.

Si queremos que de verdad sea relajante debemos provocar un ambiente propicio, buscar un momento en el que no seamos interrumpidos, desconectar teléfonos, timbres y todos aquellos elementos que nos puedan perturbar. Luego elegiremos una música relajante y pondremos una luz tenue, como puede ser la de las velas.

Tipos de baños para la salud

Baños con esencias florales:
Para reforzar los beneficios de los distintos tipos de baños para la salud se pueden añadir al agua unas gotas de aceites esenciales. La Aromaterapia nos ayudará a su correcta aplicación. En este caso recomendaremos los baños con Esencias florales ya que trabajan sobre los distintos estados de ánimo.

Baños con hierbas aromáticas:
Dentro de los diferentes tipos de baños para la salud tenemos otra opción que consiste en echar en el agua del baño una infusión a base de hierbas aromáticas. Si buscamos un efecto calmante podemos elegir tilo, tomillo y azahar que son relajantes e inducen al sueño; antidepresivo naranjo y romero, para la fatiga mental y la concentración; saúco, eucalipto seco y menta seca.

Baños de hidromasaje:
Si disponemos de bañera de hidromasaje el efecto se potencia gracias a los Jets que masajean los músculos tonificándolos, además mejora el flujo sanguíneo y proporciona más elasticidad a la piel. En uno de los tipos de baños que más se han puesto de moda en los últimos años.

Baños de burbujas o Jacuzzi:
Las burbujas de aire mezcladas con agua a presión ejercen un masaje intenso y estimulante sobre la piel, el tejido conjuntivo, los músculos y las terminaciones nerviosas lo que produce una relajación general del cuerpo y un estado de bienestar. Además activa la circulación y la oxigenación celular y proporciona vitalidad a la piel.

Aquafloting:
Esta novedosa terapia, que consiste en la combinación de varias técnicas de movimiento en el agua, proporciona un estado de relajación completa gracias a la armonía de los movimientos y a la sensación de ligereza. El cuerpo ayudado por unos flotadores está colocado boca arriba en una piscina de agua templada. En estos tipos de baños para la salud el secreto esta en dejarse llevar por el terapeuta que combina movimientos ondulantes, estiramientos y quietud. Esta sensación de ligereza nos lleva a un estado de relajación y bienestar generalizado.

Watsu:
Esta terapia similar al anterior tipo de baño llamado aquafloting, consiste en aplicar Shiatsu (masaje con los pulgares y la palma de la mano en determinadas zonas del cuerpo) dentro de una piscina, a ser posible de agua termal. Así a las propiedades del shiatsu se le unen las del agua, convirtiéndolo en un baño lleno de agradables sensaciones. El terapeuta nos sostiene con ayuda de unos flotadores y masajea los puntos de tensión muscular de nuestro cuerpo. El agua templada aumenta la sensibilidad de los tejidos favoreciendo por lo tanto la circulación sanguínea.

Flotación:
La flotación es uno de los tipos de baños para la salud que provoca una técnica de relajación un tanto peculiar. Consiste en introducirse en un tanque totalmente cerrado e insonorizado, con agua a temperatura corporal fuertemente salinizada de forma que el cuerpo flota sin esfuerzo. Este ambiente, similar al útero materno, crea una sensación de ingravidez lo que favorece una relajación profunda.

Baño turco o “Hamman”:
Consta de varias salas de calor con diferentes temperaturas 45º, 55º y 70º. El calor al ser muy húmedo la transpiración que produce no se evapora, por lo tanto el cuerpo no se enfría y suda más. El calor y la humedad del vapor equilibran el sistema nervioso y relajan los músculos. Las personas con problemas cardiacos o hipertensión deben abstenerse de este tipo de baños. Es, sin duda, uno de los baños más conocidos.

Temperatura del agua del baño

El éxito de los tratamientos con los distintos tipos de baños para la salud radica, principalmente, en la temperatura del agua. El agua caliente dilata los vasos sanguíneos, favorece la transpiración y relaja las articulaciones y los músculos, hace afluir la sangre y el calor hacia la superficie del cuerpo.

Cuando es muy prolongada provoca una relajación del cuerpo en su totalidad, pero produce debilidad y mareos, además el corazón tiene que hacer más esfuerzo, por lo que esta contraindicada para las personas con tensión baja y problemas cardiacos.

El agua tibia es sedante y relaja el cuerpo, cuando se trata de baños prolongados estos son los más relajantes, ya que reducen la tensión muscular y actúan sobre las terminaciones nerviosas que hay debajo de la piel.

El agua fría, si es breve, aumenta el ritmo cardiaco, activa la circulación y tonifica la piel, pero si es prolongada tiene un efecto sedante.

Almudena Reguero
Periodista especializada en temas de salud y terapias naturales.

www.enbuenasmanos.com

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