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La depresión nerviosa exógena se caracteriza por sentir una gran tristeza, apatía, cansancio, desinterés por todo, sensación de que nada vale la pena.

¿Qué es la depresión nerviosa exógena?

Es uno de los trastornos que afectan a más número de personas hoy día. La depresión exógena es causada por factores externos que de una forma u otra nos hacen estar depresivos.

Según la OMS entre un 10-15% de la población mundial mayor de cuarenta años se ve afectado por algún tipo de depresión.

Interpretación emocional

Hay un conflicto entre como somos y como nos gustaría ser. Como son las cosas o las personas y como nos gustaría que fuesen. Nos dejamos llevar en un «no hacer». Quisiéramos no levantarnos de la cama por temor a enfrentarnos a nosotros mismos.

Emoción positiva para la depresión nerviosa exógena

Hay que aceptar lo que nos ocurra… aunque sea de momento (luego ya intentaremos transformarlo o cambiar nuestra visión sobre lo acontecido)
«Ahora estoy pasando por un túnel y evidentemente lo veo todo oscuro pero al otro lado volveré a ver la luz».
«Esto sólo es una prueba de la cual saldré más fuerte».

Causas de la depresión nerviosa exógena

Son varias las causas por la que pueden influir en la aparición de la depresión nerviosa exógena, relacionamos algunas de ellas:

  • Hechos concretos como problemas emocionales, de trabajo, familiares, etc.
  • El exceso de Estrés y la falta de ejercicio físico impiden que nuestro cuerpo tenga los niveles adecuado de Endorfinas.
  • Hongos, parásitos y virus pueden producirnos estados de fatiga física y mental que pueden producir un estado parecido a la depresión.
  • Algunos medicamentos muy agresivos pueden generan depresión (ya suele indicarlo en el prospecto o papel que le acompaña)
  • El estado de intoxicación continuo de nuestro cuerpo por el tabaco, el alcohol, el exceso de cafeína, y el abuso de drogas etc. favorecen los estados de ánimos fluctuantes. Así después de la subida o momentos de excitación nos viene el «bajón». Si seguimos así llega un momento que los bajones son cada vez mayores y más largos.

Terapias que pueden ayudar

  • Fitoterapia: el Hipérico o Hierba de San Juan es una de las plantas más eficaces (no combinarla con medicamentos para el sistema nervioso ni tomarla en verano si hemos de tomar el sol varias horas) La Melisa y la Valeriana también son muy recomendables cuando además hay insomnio.
    Plantas como el Ginseng o el Eleuterococo son adecuadas cuando hay asociado un gran agotamiento.
  • Nutrición: en los casos depresión nerviosa exógena la persona no tiene sensación de apetito y pasa las horas sin comer nada. Lo más importante es comer poquitas cantidades de comida cinco veces al día.
    Intentemos evitar los alimentos refinados y el exceso de azúcar.
    Es mejor no comer con la televisión puesta, sobretodo cuando ponen noticias ya que suelen ser siempre negativas.
    Los platos deben tener colores, sabores y texturas diferentes ya que eso estimula el apetito.
    El sabor picante potencia el Pulmón que es el órgano que sufre más la tristeza.
    Evitar el tabaco, alcohol, cafeína y otras drogas.
  • Esencias florales o flores de Bach: las Esencias Florales o Flores de E. Bach trabajan sobre los estados emocionales y en este tipo de depresión nerviosa exógena pueden ser muy eficaces.
    El especialista aconsejará que esencia es la más adecuada, dependiendo de las características de cada paciente.
  • A nivel externo para la depresión nerviosa exógena: el masaje, el Shiat-su o cualquier técnica donde entre el contacto físico suele ser muy beneficioso ya que nos hace sentir mucho mejor. Estamos en un mundo donde las personas cada vez se tocan y abrazan menos, aunque sea entre familiares y amigos.

Otros consejos para la depresión nerviosa exógena

  • Evitar vestir de negro o colores muy apagados ya que nos «bajan más la energía».
  • El ejercicio físico o simplemente pasear siempre nos ayudan a salir del «agujero».
  • El baile es cada vez más recomendado por médicos y terapeutas como terapia para la depresión nerviosa exógena.
  • Cantar (aunque de entrada no nos apetezca) también es una buena terapia.
  • Lecturas sobre crecimiento personal o que sean divertidas.
  • La risa es un buen «medicamento» ya que nos hace liberar muchas endorfinas.
  • Buscar la compañía de aquellos familiares o amigos que asociamos con positividad.
  • La psicoterapia o cualquier técnica psicológica que nos ayude a ser conscientes de nuestro problema y luego a cambiar nuestra forma de encararlo es una ayuda imprescindible.
  • No hay que tomar nunca a la vez medicamentos y plantas medicinales o altas dosis de vitaminas o minerales, sin consultar con el médico o especialista ya que puede haber incompatibilidades y efectos secundarios.

Josep Vicent Arnau
Diplomado en Naturopatía y Acupuntura.
Regenta el herbolario Supernatural en Sant Cugat del Vallés.
Articulista sobre temas de salud y calidad de vida.

www.enbuenasmanos.com

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