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Duerme mi niño

La mayoría de los libros y estudios sobre sueño infantil, proporcionan un único método para resolver los problemas del sueño de los bebés. Pero, lo cierto es que no hay dos bebés exactamente iguales. Los niños son diferentes, y lo que funciona con uno puede no funcionar con otro. Así, un único método válido para todos los bebés no es lo más adecuado. Efectivamente, como cada bebé es diferente hacen falta diferentes técnicas o, una combinación de ellas para resolver los problemas asociados al sueño del bebé.

Investigaciones sobre el sueño en diferentes culturas, han mostrado que las interrupciones nocturnas del sueño de los bebés, son mucho menos frecuentes en los países occidentales. Sin embargo, los padres occidentales presentan más dificultades para sobrellevar estos momentos de vigilia que suelen tener los bebés durante la noche, relativamente pocos, comparados con sociedades donde el sueño infantil es más ligero.

La falta de sueño de los padres a causa del llanto del bebé, puede provocar pérdida de concentración, más baja productividad en el trabajo, y a los hijos mayores puede afectarles en el rendimiento escolar. Puede también ser peligroso al conducir un vehículo y, también predispone a enfermedades porque altera la respuesta inmune.

Siesta y sueño del bebé: más siestas para un mejor sueño

Aunque cada bebé tiene unas necesidades diferentes de sueño, a continuación se muestra una tabla* con una guía general aplicable a la inmensa mayoría de bebés:

*Fuente: Elizabeth Pantley. The No-Cry Sleep Solution: Gentle Ways to Help Your Baby Sleep Through the Night, (McGraw-Hill, 2002)

El reloj biológico y el sueño del bebé

La hora de la siesta infantil es muy importante, determinadas horas del día son más adecuadas porque se ajustan al reloj biológico del bebé. Estas pequeñas siestas durante el día, afectarán de forma muy positiva al sueño del bebé durante la noche.

Se debe observar la propia biología del bebé, de modo que llegue cansado al momento de acostarse. Como la oscuridad incrementa la producción de melatonina, la hormona del sueño, un ambiente en penumbra ayudará a conciliar el sueño del bebé.

Aunque existen diferencias de unos bebés a otros, en general las mejores horas para la siesta infantil son:

  • Si el bebé tiene pocos meses normalmente toma tres siestas: a media mañana / temprano por la tarde / temprano por la noche.
  • Si el bebé toma dos siestas: a media mañana / a primera hora de la tarde.
  • Si el bebé toma una siesta: temprano por la tarde, generalmente después de comer.

Encontrar el momento oportuno para la «hora de la siesta» es muy importante, tan solo hay que prestar mucha atención a las señales de fatiga y ponerlo a tomar la siesta cuando esté cansado, pero no muy cansado porque entonces no podrá dormir.

Prestar atención a estas señales de fatiga, los bebés pueden presentar una o más de ellas:

  • Disminución de actividad.
  • Vista vidriosa.
  • Irritabilidad.
  • Bostezo.
  • Falta de interés por lo que le rodea.
  • Se frota los ojos.
  • Pide un chupete, biberón o deseo de mamar.

La rutina de la siesta mejora el sueño del bebé

Después de aproximadamente una semana observando cuidadosamente al bebé, es posible elaborar un horario de rutinas diarias de vigilia y descanso y, así encontrar el horario más adecuado para el sueño del bebé.

Esta rutina debe ser diferente que la establecida para el sueño nocturno, aunque pueden repetirse herramientas como por ejemplo, una música relajante que induzca al sueño.

El horario de dormir y despertarse debe mantenerse cada día, todos los días de la semana.

Una rutina de siesta infantil no necesita ser complicada para ser efectiva. Si el sueño del bebé aparece a la misma hora todos los días habrá señas sutiles como la merienda, que avisarán al bebé de que la hora de su siesta se acerca.

¡Felices sueños!

Beatriz Lores
Doctora en Biología, especializada en Promoción de la Salud y Medicina Natural.

Fuente: enbuenasmanos.com

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