Por Martín Alonso Aragón • exitoaragon@hotmail.com
Un año más para que los genios del marketing hagan su “Agosto” en Mayo. Se acerca nada más y nada menos que la celebración del día de las Madres. La palabra universal con la cual conocemos a Mamá. ¿Hay otra? Tratando de averiguar solo encontré la palabra Mamá, pero en otros idiomas:
mom o mother – inglés
mutter – alemán
moeder – holandés
mére – francés
madre – italiano
mare – catalán
Mãe – portugués
okasan – japonés
Y por supuesto que debe haber más, pero Mamá, solo hay una. Una manera de identificar a una mujer, aquella que es la responsable de que cada uno de nosotros estemos hoy en este mundo. ¿Pero ella no lo hizo sola? dicen hoy los niños que van más allá. Cierto, pero si no fuese por ellas, ni tu ni Yo, estaríamos aquí. Es ella definitivamente la merecedora de todos los elogios. . . después de Dios, Mamá. Es así de simple.
Aunque alrededor de ellas, es mucho lo que se dice. Para empezar, sería interesante si en lugar de un solo día cada mes de Mayo, le dedicáramos TODOS los días.
Imposible, sería un golpe bajo a los mercados, la pérdida sería millonaria, porque con seguridad, nadie compraría tanto durante 365 días seguidos, como lo hacen en tan solo una semana antes del gran día. Uffff !!! parece mentira, pero el negocio es muy, pero muy rentable.
¿Habías pensado alguna vez en eso? Que a Mamá la convirtieron en un medio atractivo para elevar las ventas. Que duro decirlo, pero esa es la verdad.
¿En qué lugar tienes tú a tu Madre? No vayas a empezar a mortificarte ni a sentirte culpable, mejor piensa en que nunca es tarde para remediar las equivocaciones en las que hemos caído gracias al comercio; a fin de cuentas, es un medio a través del cual todos nos hemos movido y nos seguiremos moviendo, eso es absolutamente “incambiable” – no sé si sea castiza esta expresión – lo único cierto es que el mundo del comercio existente desde antes de Cristo, seguirá su curso.
La pregunta sería: ¿Seguirá Mamá encasillada en esa simple celebración? O nos atrevemos a hacer un alto, reflexionar y rescatar a Mamá, dándole su lugar cada mañana. . .
Mientras para todo ser humano es motivo de alegría, emoción y hasta susto aquel instante cuando una mujer tiene el anuncio de que pronto nacerá su hijo. . . para otros es motivo de inspiración, incluso para atreverse a asegurar que al fin de cuentas, todas están hechas para funcionar con un mismo catálogo, producto del que han denominado un cursillo para ser Mamá. En Google, me encontré con este ejemplo y lo quise compartir con Usted:
“Todas las madres del mundo hacen y dicen exactamente las mismas cosas. Es como si les capacitaran en una academia de mamás, o les brindaran un curso secreto en el que aprenden esos comportamientos que llamamos “cosas de madre”. Quién no ha escuchado alguna vez el clásico “Tú hazle caso a tu madre, que tu madre sabe mucho de esto…” ¿De dónde creen que ha podido sacar una madre una frase así? Pues del cursillo.
Lo primero que les enseñan en el curso es a repetir mucho las cosas. Por eso, cuando eres bebé hablan contigo como un disco rayado:
– ¿Cómo estás? ¿cómo estás? ¿cómo estás?
Seguro que si el bebé pudiera hablar, les diría:
– Hasta el gorro, hasta el gorro, hasta el gorro…
En el cursillo también les dan clase de lenguaje, y aprenden a incluir en todas sus frases el “mi” y el “me”. Un ejemplo: “mi niño no me come”, “mi niño no me duerme”. Son tan posesivas que en la agenda, ponen todos los teléfonos de sus hijos en la letra M: “mi Paco”,”mi Alberto”,”mi José”.
Gracias a estos cursillos, las madres son capaces de hablar de dos temas a la vez:
– Mamá, quiero hablar contigo.
– ¿Qué te pasa, hijo mío? ¡No arrastres los pies!
– Es que estoy pensando en dejar de estudiar…
– ¡No te toques los granos! ¿Pero cómo vas a dejar los estudios?
– Es que no me gustan
– Uy, hay tantas cosas que no me gustan a mí…¡Ponte derecho, que te va salir chepa!
Y llega un punto en que, sin saber porque, ambos mezclan las conversaciones y acaban por zanjar ellas la cuestión:
– Pero ¿cómo vas a tener ganas de estudiar si no arreglas tu habitación? Mira esto, es que no hay quien entre…y etc, etc, etc . . .
Podríamos seguir, pero no. Mejor empecemos a cambiar con ellas y a preparar todo para que con un buen “taco” de DINAMITA ellas este año exploten, pero de la risa, porque nosotros le daremos el lugar que se merece, con amor y mucha alegría. . .
No le falles a Mamá.