Por El Francotirador
Este mes celebramos el Día del Padre, una festividad llena de respeto y amor por una bandera fundamental en el seno familiar, que también incluye a abuelos, tíos, padres adoptivos, padrastros, y otras figuras paternas, como profesores, y amigos de nuestros padres.
Este día forma parte de nuestra tradición cultural, que con orgullo festeja la comunidad hispana, pues la representación paterna es símbolo de buen ejemplo, entrega y dedicación en muchos aspectos de la vida, no solo por su aporte al sustento de la familia y a su seguridad, sino por su contribución fundamental a la educación y al desarrollo afectivo y emocional de la prole.
La celebración de esta fecha, al igual que sucedió con el Día de la Madre, el mes pasado, se ve envuelta en los momentos convulsos y difíciles que vivimos por el asedio de una pandemia mundial que obliga al confinamiento y que impide en muchos casos la reunión familiar tan deseada, pero que no nos imposibilita recordar desde lo hondo del corazón a nuestro querido papá.
Para los que contamos con su presencia física, una simple llamada telefónica puede convertirse en el mejor regalo.
La vida nos pone en ocasiones pruebas difíciles que vencer, y la presencia del coronavirus en el mundo es una de ellas, pero con responsabilidad ciudadana, y la gracia de Dios, podremos salir adelante, y, aunque afectados, la batalla cotidiana por el mejoramiento humano continuará, con la esperanza de que las advertencias científicas y epidemiológicas sean escuchadas por los gobernantes.
Este es un día propicio para que los niños expresen su amor hacia sus papás, lo que facilitará crear un lazo fuerte con sus progenitores, y ayudará al desarrollo emocional correcto de los menores de edad.
Si uno no es papá aún, este día también es importante para los que son adultos. El día del Padre nos da la oportunidad de expresar nuestro agradecimiento, por la dedicación y cariño que pusieron al criarnos, y también, para pensar en la importancia de los desafíos y metas que concurren en la paternidad, por si en un futuro decidimos adquirir esa responsabilidad.
El Día del Padre se festeja en distintas fechas en diversos países. En España, por ejemplo, se celebra el 19 de marzo, el día de San José, al igual que en Portugal, Italia, Honduras, Guinea Ecuatorial, Liechtenstein, Macao, Andorra y Bolivia. Sin embargo, en la mayoría de los países se celebra el tercer domingo de junio, como en Estados Unidos.
Esta celebración nació en Estados Unidos debido la gratitud de una hija, Sonora Smart Dodd, hacia su padre, un veterano de la guerra civil estadounidense llamado Henry Jackson Smart, quien educó a sus hijos sin ayuda, tras fallecer su esposa.
La idea de instituir un ‘Día del Padre’ fue ganando aceptación poco a poco. Finalmente en 1924 el presidente Calvin Coolidge apoyó la idea de establecerla, y en 1966 el presidente Lyndon Johnson firmó una proclamación que declaraba el tercer domingo de junio como el Día del Padre en Estados Unidos.
DINAMITA, siempre atenta a todo lo que concierne a nuestra comunidad, y con su vocación de servicio demostrada en su historia editorial, les desea a todos los papás, mucha salud y vida, y que fructifique una vez más la alegría, el humor, el cariño y el respeto.