Por El Francotirador
El adelanto científico y tecnológico determina el futuro del planeta, pero desgraciadamente no siempre encuentra el apoyo necesario para beneficio de la humanidad.
Mientras los gobiernos gastan enormes cantidades de dinero en contratar la fabricación de todo tipo de armas, incluidas las nucleares, y dilapidan, muchas veces, millones en obras frívolas para favorecer a sus amigos constructores, no son capaces de invertir en prevenir pandemias como la del corona virus COVID-19 que nos está afectando, y que se originó en diciembre del año pasado en un mercado de la ciudad china de Wuhan, donde no existían las medidas de control sanitario reglamentarias, en la venta de animales.
Diversas personalidades han venido alertando sobre el peligro que entrañan los virus para la salud de las personas.
En este sentido es bueno recordar la emblemática charla de Bill Gates, pronunciada en TED. “En 2014, el mundo pudo evitar un terrible brote de ébola, gracias a miles de generosos trabajadores de salud, pero ahora es el momento,- expresó Gates-, de poner todas nuestras buenas ideas en práctica, desde la planeación por escenarios, pasando por la investigación sobre vacunas y el entrenamiento a trabajadores, para enfrentar futuras epidemias”.
“Si algo va a matar –dijo- a más de 10 millones de personas, en las próximas décadas, probablemente será un virus muy infeccioso, más que una guerra. No misiles, sino microbios.
En parte, la razón de esto es que se han invertido miles de millones en disuasivos nucleares, pero en cambio, muy poco en sistemas para detener epidemias”.
Como él señaló: “No hay necesidad de provocar pánico… pero hay que empezar a actuar”.
Lamentablemente, nadie escuchó.
En esta era de globalización, los movimientos ininterrumpidos de humanos y bienes no hacen que ningún país sea inmune a la amenaza potencial de epidemias. Desde 2003, las enfermedades contagiosas emergentes como la gripe aviar, el síndrome respiratorio del Medio Oriente, el SARS y el ébola nos recordaron una y otra vez a los seres humanos la grave amenaza que representan para la salud humana y la seguridad económica y social.
La propagación de COVID-19, ese enemigo invisible e insidioso, es un peligro para todos los países, por lo tanto, la difusión de los conocimientos y técnicas de prevención y control de la epidemia es urgente y esencial para el mundo.
DINAMITA, siempre al servicio de la comunidad hispana, y cumpliendo su papel informativo y movilizador, quiere contribuir con la divulgación de normas que debemos cumplir por el bien de todos.
Para cortar la cadena de transmisión del virus, es imprescindible permanecer en casa, aislados. Las personas que tienen la enfermedad pero son asintomáticos, o sea no tienen fiebre, ni falta de aire, ni dolores, son los más peligrosos, pues sin saberlo, están regando el COVID-19 por donde pasan.
Gracias a la aplicación de cientos de miles test para detectar la enfermedad, Corea del Sur logró detener el contagio.
Para no olvidar el carácter ingenioso y humorístico de DINAMITA, damos estos consejos, con las siete notas musicales:
DO mina la ansiedad
RE créate sanamente
MI nimiza la salida de casa
FA cilita la comunicación a distancia
SOL amente compra lo necesario
LA vate constantemente las manos
SI empre mantén la calma y el optimismo
Como dice un sabio pensamiento: “Dios bendice a quien se lava las manos, y no a quien tiene más dinero”.
¡Cuídense!