Por El Francotirador
Me levanté temprano para ir a la granja de mi amigo Juan y seleccionar un buen pavo, para la celebración del Día de Acción de Gracias, una festividad netamente norteamericana, la más importante después del 4 de julio, que los inmigrantes hemos asimilado. No me apetecen los pavos de supermercados, que nunca se sabe cómo fueron alimentados, viven en jaulas para que engorden rápido, y que son alimentados con antibióticos. Cada año voy a buscarlo al sitio de mi fraterno agricultor, porque se cómo son criados en ese lugar, donde caminan libres por el campo, comiendo lo mejor, y además me interesa un ejemplar vivo (que lo mate mi suegra, que es especialista en ese menester).
El trayecto es un poco largo, pero vale la pena ir en búsqueda de esa preciada ave, pues sabes que cuando la tengas y la cocines, es reconfortante disfrutar de un buen menú y reunirse con la familia en fecha tan señalada. Al llegar por fin a la granja, camino hacia el inmenso corral al aire libre, ¡y qué me encuentro allí? ¡Que los pavos se han robotizados! ¡Ya no son animales, ahora son máquinas, que aletean de una forma rara, y gluglutean con voces graves e inteligibles! Veo que algunos están conectados a la corriente eléctrica para cargar la batería que les da vida. ¡No puede ser! ¿Qué comeremos ahora?
Mis gritos de terror llaman la atención de mi mujer, que me despierta de esa horrible pesadilla.
-¿Qué estabas soñando? – me dice ella.
-¡Algo tenebroso! ¡Los pavos eran robots! ¡Los verdaderos habían escapado con sus maletas, ante la llegada de una fecha fatídica para ellos!
Llamo a mi amigo Mario, y le cuento lo que había soñado.
-Tu pesadilla -presagio no está lejos de la verdad. El mundo está cambiando mucho.
Y entonces me envió un whatssap que revela una gran realidad y confirma que los hábitos de la sociedad se modifican a una velocidad vertiginosa:
“Netflix ha hecho que ya casi no queden videoclubes y que vaya mucho menos gente al cine. Booking tiene en jaque a las agencias de turismo. Google inutilizó a las Páginas Amarillas. Airbnb está atemorizando a los dueños de los hoteles. Whatssap amenaza a operadores de telefonía fija y celular. Las redes sociales casi sustituyen a los medios de comunicación. Los teléfonos inteligentes con sus cámaras condenaron a las empresas fotográficas. El email hizo disminuir al correo postal. Original y Nubank amenazan al sistema bancario tradicional. La Nube le resta importancia a los Pen drives. Youtube pone en riesgo a las empresas de televisión. Facebook está matando a los portales serios de contenidos. Wikipedia mató a los diccionarios y enciclopedias…Hay que reinventarse cada día para seguir en este “juego” de la vida”.
-Sí, pero comer pavo es una tradición que difícilmente cambia – le contesto.
Entonces me conecto por Facebook con mi amigo cubano Obdulio que, tras vivir unos años en Boston, decidió mudarse a la Florida y me cuenta lo siguiente:
-“Mientras celebramos Thanksgiving en Massachusetts, lo hicimos con lo que es tradicional en la tierra donde se originó: pavo asado, puré de papas, judías verdes, maíz y salsa de arándanos. Pero una vez que llegamos a Miami comenzamos a celebrar un Thanksgiving diferente. Vaya, un San Guivin, como es usual llamarlo en el cubaneo. El Día de Acción de Gracias en la Capital del Sol se ha convertido en una pre-Nochebuena, con su correspondiente lechón asado, arroz con frijoles negros, y ensalada. Y que comience la subidera de peso”.
Me doy cuenta por lo que dice Obdulio, de que por ahí puede estar la posible solución: suplantar el pavo por el lechón asado.
¿Y qué pasa con lo que viene después? El Black Friday, el Día Nacional de Shopping, donde la gente que puede se gasta la plata en ofertas que tienen las horas contadas. ¡Para gustos se han hecho colores!
De cualquier manera, todos los días son buenos para celebrar en familia, ya sea con pavo, cerdo o pollo. Y sobre todo con buen humor, y en eso Dinamita siempre estará complaciendo y acompañando a los lectores y haciendo la vida un poco más feliz.
¡Qué tengan un bello Día de Acción de Gracias!
¡Y que consigan el pavo!