Berta, la devota, se casó y tuvo 17 hijos. Poco después de que naciera su último hijo, su marido murió.
Algunas semanas después se volvió a casar, y en los años siguientes tuvo otros 22 hijos con su segundo esposo. Después de nacer el último hijo, su segundo marido también murió.
Antes de transcurrido un mes, Berta se casó de nuevo, pero lamentablemente Berta se enfermó y murió.
El cura miró piadosamente a Berta en su ataúd, miró hacia el cielo y dijo:
– Finalmente se juntaron.!
Un hombre que estaba cerca del cura preguntó:
– Perdón Padre, ¿Usted se refiere a Berta y su primer marido, a Berta y su segundo marido o a Berta y su tercer marido?
Y el cura respondió:
– Nada de eso, me refiero a sus piernas.