Entra el padre de una adolescente a la habitación de ésta y encuentra sobre la cama un vibrador. Angustiado el padre decide, después de mucho pensarlo, enfrentar directamente el tema con su hija.
Cuando ella llega del colegio le dice: Hija, quiero que hablemos de esto (mostrándole el vibrador). ¿Puedes explicarme que significa?
Fácil (dice ella) Tú me has enseñado que debo tener una sexualidad responsable y por lo mismo he decidido dar rienda suelta a mi alboroto hormonal con este consolador que no me contagia de SIDA, no me embaraza y no me pone los cuernos.
El padre la mira seriamente, pensando en su interior, ella tiene razón y decide dejarla seguir con su vibrador.
Días después la hija llega del colegio y al entrar a la sala de la casa y ve a su padre con un vaso de whisky en una mano y con el vibrador en la otra.
Lo mira aterrada y le exclama: ¡Padre que haces con mi vibrador!
El padre la mira con los ojos entornados y la lengua traposa y le
dice……
“¿acassssooo no puedo tomaaaarme un whisssskito con mi yerno?”