Mañana los quiero a todos aquí a las 6:00 A.M. sin pretextos, les decia el general del 4to regimiento de caballería a sus soldados.
Al día siguiente, a la hora señalada, ¡no había llegado nadie! El general estaba furioso, cuando ve que viene uno de sus soldados a pie.
“¿Qué le paso?, ¡les dije que a las 6:00!”
“Sí, mi general, pero venía en mi caballo y que mete la pata en un pozo y se le quebró la pata, y no me quedó más remedio que matarlo y dejarlo en el camino y venirme a pie.”
“¡Ah, caray! No, pos pásele.”
Otro soldado que venía atrás escuchó el pretexto del caballo y cuando llega con el general:
“Fíjese mi general que yo venía en mi caballo, pero lo mordió una víbora y se me murió en el camino y yo me vine a pie.”
Otro soldado: “Fijese mi general que venía en mi yegua y se puso a dar a luz y la dejé en el camino y me tuve que venir caminando.”
Y todos los soldados que llegaban daban el pretexto del caballo, y el general más se iba encabronando.
“¡A ver usted!, ¿por qué llegó tarde?”
“Fíjese mi general, que venía en mi caballo, y que le da la encefalitis equina, y se me muere en el camino y me tuve que venir a pie.”
“¡Estoy muy enojado! ¡Próximo que me salga conque le pasó algo a su caballo, lo mando fusilar!”
En eso llega el soldado Pepito.
“¡Usted!, soldado Pepito, ¿por qué llega tarde? ¡No vaya a salir con el pretexto del caballo!”
“No, mi general, yo venía a toda a madre en mi camioneta, pero el camino estaba hasta lleno de caballos muertos, y no pude pasar, así que dejé la camioneta y me vine a pie!”