Skip to main content

Curar la aprensión es prioritario para aquella gente que sólo vive pendiente de que algo negativo les ocurra y que los demás sólo quieran perjudicarles.

¿Qué es ser aprensivo?

Cuando hablamos de curar la aprensión hemos de empezar por saber que es ser aprensivo. Ser aprensiva es esa persona que ve peligros en todo, a veces en temas relacionados con su salud. Tiene un miedo infundado a contagiarse de una enfermedad e imagina que son graves sus menores dolencias.

Otra definición de aprensión podría ser sensación de desagrado que se siente hacia una persona o cosa. Se aplica a la persona que tiene un miedo exagerado a sufrir algún daño, o que siente una preocupación excesiva en general por todo o en relación con su salud.

Miedo a que ocurra algo

Muchas veces ser aprensivo va unido a una personalidad hipocondriaca y desconfiada que se caracteriza por una exagerada tendencia a auto-observarse a nivel de sintomatología debido a un temor persistente e injustificado ante la enfermedad o la muerte. Ante cualquier pequeño malestar o síntoma hacen una interpretación alarmista, presagiando siempre lo peor.

El problema sólo está en la mente

La gente que necesita curar la aprensión suelen ser personas ansiosas, escrupulosas y sugestionables.

Al angustiarse con facilidad padece sufrimiento psicológico innecesario.
Sufre antes de que aparezca el problema, e irónicamente la mayor parte de las veces el problema no aparece, éste sólo está en su mente y ésta no para de imaginar cosas malas que podrían suceder.

Comenzar por tomar conciencia del problema

Hay personas que son esclavas de su mente y no lo saben. La mente se ha apoderado de la persona, creen que todo lo que su mente piensa es real.

El problema sólo se manifiesta cuando nos identificamos plenamente con todos nuestros pensamientos, lo que equivale a estar de acuerdo con ellos.

Unos pensamientos nacen de nuestra esencia y otro tipo, el compulsivo, nace de la nada. Este último puede aparecer sin que nosotros pongamos nuestra intención y propósito en ello y sin ni siquiera estar de acuerdo con él.

Debemos aprender a diferenciarlos y sobre todo ignorar el que no me interese.

Este segundo tipo de pensamiento es ego, la mayor parte de él negativo, según las estadísticas. Si no tenemos claro eso no podremos curar la aprensión que nos envuelve.

Las cosas no son como son… sino como las vemos

Debemos tomar conciencia que la realidad que observamos no siempre es la realidad, de hecho todos miramos como si lleváramos unas gafas de colores y vemos la realidad teñida del color de nuestras gafas.

El color son nuestros temores, preocupaciones, nuestra forma de ser, de ver y de sentir la vida, dependiendo de nuestro estado emocional, de nuestro carácter y experiencia y por supuesto de nuestro nivel y estado de conciencia.

Las ideas preconcebidas es otro factor que distorsiona la visión de la realidad. Recordemos, si queremos curar la aprensión, que muchas veces las apariencias engañan y lo que es, no es, no es lo que parece.

En general ser aprensivo a algo, es no aceptarlo, es sentir rechazo e incluso asco y repugnancia.

Claves para curar la aprensión

La clave para curar la aprensión es la no identificación con los pensamientos que nos causan aprensión, en una palabra, no creer en ellos.

Todo lo que negamos en nosotros mismos y todo lo que rechazamos de los demás pasa a engrosar nuestra sombra, y acabamos proyectándola en los demás. La sombra, todos la tenemos y muchos ni siquiera lo saben.

Cualquier pensamiento que nos produce miedo o ansiedad es sólo un pensamiento, no es la realidad, sino una manifestación de nuestra psique.

En cuanto aparece ese pensamiento angustioso deberíamos respirar profundamente varias veces, para liberar esa energía y facilitar su salida de nuestro interior, y tomar conciencia que sólo es un pensamiento y que como tal sólo nos perjudicará si permitimos que se adueñe de nosotros. Esto sólo ocurrirá si nos identificamos plenamente con él. Es la identificación y el creer en él lo que nos causará ansiedad y sufrimiento

Sólo en el momento en que nos lo creamos, ese pensamiento tendrá poder sobre nosotros, se habrá apoderado de nosotros y tendrá la fuerza suficiente para hacernos sufrir, bajar nuestra frecuencia de vibración y finalmente hacernos perder salud y bienestar.

Los demás sólo son un espejo de nosotros mismos

Todo lo que aborrecemos en los demás está en nosotros mismos, seguramente no siempre, seguramente no en el mismo grado. De la misma forma, todo lo que amamos en los demás también está dentro de nosotros.

Cuando yo soy capaz de verme y reconocerme en los demás, tanto en lo bueno como en lo malo, ¿a que quizás mi visión ya no es tan sesgada?

La no identificación con el pensamiento compulsivo siempre es una liberación para la conciencia. Es el primer paso para curar la aprensión. Yo no soy la que piensa, por encima de la mente hay una conciencia observadora, y esto bien lo saben los que practican la meditación trascendental.

¿Mi verdadero ser no será la conciencia observadora en lugar de la mente?

María Pina Prieto
Músico-Terapeuta, Naturópata, profesora de Biodanza.
Investigadora sobre la relación entre pensamiento y sentir, y su repercusión en las enfermedades.

www.enbuenasmanos.com

Leave a Reply