Por Francisco Puñal Suárez
El humor es una manera de asimilar la realidad que suele ser dura muchas veces. Cuando aparece el humor en cualquier situación, significa que ya se tiene cabal entendimiento de lo que ocurre, que se conoce la naturaleza del mundo y que la vida no sólo es amarguras y desdichas. Que se puede y se debe seguir adelante – afirma el pintor, ilustrador y caricaturista colombiano Jorge Alberto Restrepo, Licenciado en Educación Artística y nacido en Sevilla Valle en 1972.
En sus manos, en sus pinceles, la caricatura es más que un simple medio de expresión, es un festín del humor gráfico y de la sensibilidad artística.
La caricatura –expresa– es un continente amplio y por lo tanto tiene muchos enfoques. Pero esencialmente pienso que el caricaturista señala otras maneras de abordar la realidad, de interpretarla. Y por este camino puede criticar, divertir, exaltar, castigar. Sea cual sea el objetivo siempre será con una mirada distinta, desde una perspectiva inédita.
Autor de dos libros de caricatura Tuluá y el Mundo ( 2005 ) y La Gracia que uno tiene (2008), Jorge Alberto Restrepo ha publicado caricatura editorial y fisonómica en los periódicos El Tabloide, El Mercurio y La Variante de la ciudad de Tuluá, El País de Cali, Revista Humoris Causa, de México y Perrocolato de Perú.
Tradicionalmente –manifiesta Restrepo- se ha definido la caricatura como el arte de deformar y soy de la opinión de que la caricatura es para acentuar la forma, el gesto, la esencia de los personajes y las situaciones.
Para lograr la expresión del caricaturizado – subraya- siempre empiezo por los ojos, insinúo la nariz y sigo con la boca. Es importante la forma del rostro pero lo esencial está en los ojos y la boca. El gesto reside en estas partes anatómicas.
Practicar mucho es la clave. Aprender a ver sólo se logra con el ejercicio constante; estudiar a los grandes maestros, ser muy observador, incansable, persistente en el oficio. Estudiar todos los días, aprender siempre –finaliza