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Por Martín Alonso Aragón • newsaragon@gmail.com

Hay placeres que satisfacen. Reírse por ejemplo es tan placentero que hasta los expertos en investigación de los temas de salud, aseguran que el habito de reír, hasta alarga la vida. Pudiera uno asociar los estados de ánimo a la vida placentera.Pero hay habitos que para muchos, se podrían convertir en métodos (que sin pensarlo) los podrían dirigir de una manera disimulada hasta la muerte, es decir, acortan el tiempo de vida en medio de un placer; que hoy por hoy, continúa siendo habitual. Es placentero correr en la mañana. Es placentero montar en bicicleta en las tardes. Es placentero ir a la piscina tres veces por semana. Los tres anteriores métodos de placer tienen que ver con el ejercicio. Resulta muy placentero verse saludable, derivado de alimentarse bien y mantener contacto con la práctica física.En medio de todo este planteamiento de “tratarnos” bien, hay una parte de la sociedad. Otra gran parte de la misma sociedad, disfruta de otros placeres cotidianos, que producen satisfacciones anexas a la rutina del trabajo o de cualquier otra ocupación. Un cigarrillo resulta hasta de compañía y distracción.Hay quienes dicen, “Que rico fumarse un cigarrillo después del almuerzo (lunch) y tomar un tiempo de reposo para meditar a cerca de lo que se hará en el resto de la jornada del día. Para otros, un cigarrillo cada media hora, destenciona cualquier actividad y hasta “relaja”.Podríamos pasarnos el rato hablando de los buenos comentarios que podría originar el hábito de fumar, pero la gran verdad, es otra. Estudios especializados aseguran que el cigarrillo es una epidemia a nivel mundial que padecen fumadores y no fumadores. El tema no es menor.

Hay cifras alarmantes de muertes provocadas por el cigarrillo, pero no vamos a citarlas para no provocar pánico. (Solo imagíneselas y comience a tomar conciencia. Sea Usted mismo, el que se toma la molestia de averiguar lo mortal que es saborear un cigarrillo). Ahhh !!! y no se crea todos los cuentos que le arman al rededor del tema de dejar de matarse a plazos. Seguramente Usted habrá escuchado: “Si ya lleva 30 ó 40 años fumando, el daño está hecho y de nada sirve parar”. Eso no es cierto. Esta médicamente comprobado que una persona que deja de fumar, al año ya ha disminuido a la mitad el riesgo de un infarto cardiaco, y en tres años se iguala en el riesgo a un no fumador. Hay algo peor. Si usted es fumador y después de leer este artículo, decide encender un cigarrillo, es su problema. Pero: ¿Sabía usted que en Estados Unidos mueren 60 mil fumadores pasivos al año? Es decir, personas que no fuman, pero que se desenvuelven en ambientes de fumadores, son mortalmente afectados por el material particulado que se mantiene en suspensión en el ambiente.

Que triste, pero justamente en este sentido, la urgencia de legislar sobre el consumo de tabaco en lugares públicos no es un tema accesorio, sino de salud, que implica riesgo vital para los no fumadores. Por eso en EE.UU. hay normas que impiden que se fume libremente en cualquier lugar. Si usted es fumador, o conoce a alguien que tenga el hábito, tome conciencia o permítale por lo menos leer estas 650 palabras. Que sepa que el consumo de cigarrillo genera la mayor cantidad de víctimas fatales, no por causa de cáncer, sino por patologías cardiovasculares. El cáncer, que se encuentra en segundo lugar, no es sólo al pulmón. Hay otros cánceres que están íntimamente relacionados al tabaquismo.

Un 90 por ciento de los cánceres de laringe se desarrollan en personas fumadoras y un alto porcentaje de los de estómago, vejiga, páncreas, riñón y cuello del útero en la mujer. ¿Todo eso lo produce el cigarrillo? SI. Además de los daños cardiovasculares, de los accidentes vasculares cerebrales y de diversos tipos de cáncer, el consumo de cigarrillo produce otro grupo de enfermedades. Entre ellas, el enfisema pulmonar y la bronquitis crónica obstructiva, que se conocen como “patologías respiratorias crónicas”, son producto de los que para muchos es solo un inofensivo cigarro.Ya pasé de las 650 palabras, casi llego a las 700 y no hubo chance de un tema anexo para reír. El tema es serio y si quiere asociar el chiste, pues mire la cara del hombre y su hijo cuando la muerte le invita a encender su final. Ese puede ser un verdadero “taco” que le explotará y usted no lo sentirá…. Sus consecuencias son silenciosas, traicioneras y lo más triste: Contundentes. Piénsalo. ¿Te fumarías el último cigarro?

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