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Por Martín Alonso Aragón • martinalonsoaragon@gmail.com

En algunos casos quitarle una paleta a un niño es amargarle por completo no solo su rato, sino sus sentimientos, hacerlo con frecuencia podría volver árido su corazón. Se trata tal vez de una afirmación muy dura, pero que de acuerdo con algunos especialistas “modernos”, es ajustada a la psicología analítica del siglo XX, es decir, no es un concepto nuevo.Pero más allá de entrar a polemizar por la veracidad de los estudios de expertos en el campo de la pedagogía infantil, podríamos tomar como referencia el hecho de “quitar” algo, bien sea a alguien o a una máquina; o peor aún, a la tierra. Ya vemos lo que ocurre con un niño, es lógico que nos queda claro lo que implicaría quitarle la batería a un carro. Entonces surge una pregunta: ¿Porqué no se pregunta el hombre lo que está pasando por cortar los árboles de nuestros bosques? Es irónico. Pero así como sabemos que sin dientes o al menos sin nuestras muelas de atrás no podemos masticar muy bien para saborear un buen trozo de carne asada; o como sabemos que sin una cancha bien demarcada no podemos estar seguros si el balón está en el área reglamentaria. . . Bueno y seguramente nos quedaría faltando espacio para enumerar más ejemplos.

Hay quien debe estar reflexionando justo en este instante:- “Hola, y es cierto ¿No?- “Claro que si güey !!! . . .”Entonces: ¿Porqué ante tan elemental raciocinio, seguimos acabando con nuestra naturaleza?Miren: Es Bueno escribir para reír, y ese es justamente nuestro objetivo, pero es que dejar pasar por alto semejante realidad, lo único que va a lograr; es que en un futuro solo nos quede espacio para lamentarnos y tal vez para llorar. . . y mucho.A propósito del tema, es simple ir a Google y encontrarse con documentos como este: “Los ritmos de deforestación que sufre nuestro ecosistema, son alarmantes. La acelerada destrucción de los bosques ha colocado en estado de emergencia a una gran variedad de especies de flora y fauna que dependen de ese ecosistema.

Entre esas especies se encuentra la humana. Nuestros bosques se desvanecen y con ellos todas las especies que los habitan. El ritmo de deforestación – (para mencionar solo la tala de árboles) – es uno de los más intensos del planeta.Mirando hacia nuestros países, miremos tan solo a México, donde de acuerdo con el Instituto de Geografía de la UNAM, cada año se pierden 500 mil hectáreas de bosques y selvas. Eso coloca en riesgo de extinción a una gran variedad de plantas y animales, así como a muchas comunidades que a lo largo de generaciones han encontrado en este ecosistema un medio de vida, a tal grado que han aprendido a aprovecharlo sin destruirlo. Esto también coloca a ese país, en el quinto lugar de deforestación a nivel mundial.Durante miles de años, los humanos han estado jugando un papel cada vez más importante en la deforestación.

A través de la historia, un imperio tras otro han cortado bosques para construir sus barcos y viviendas, y como combustible. Una vez que han sido devastados, esos bosques no se han recuperado en mil años o más, y algunos nunca se recuperarán — como en partes del Mediterráneo, el Medio Oriente y Gran Bretaña.¿Le parece suficiente? O ¿quiere más?Así es nuestra ironía, a pesar de saberlo, lo seguimos haciendo. Nuestra ilustración de hoy (vea la portada DINAMITA) muestra como realizamos un trabajo, por el que nos pagan, y el cual nos permite el tiempo de lunch. – “Nos ha rendido hoy compadre…”- “Si, nos merecemos un descansito”Sin pensar que lo que realmente hacemos, es contribuir a acortar nuestra propia vida.Que Buena sombra da el árbol, pero si alguien más quiere resguardarse del sol. . . ni modo, ya no hay espacio, el resto del bosque será convertido en papel, en techos, puertas o ventanas, entre otros usos “beneficiosos” que tiene la madera.Así está el mundo en el que crecimos, en el que vivimos y en el que tendrán que sobrevivir nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. Tremenda herencia les vamos a dejar.Para que vean, aunque debemos sonreirle a la vida, saquemos tiempo para reflexionar, así sea a punta de “Tacos” pero de DINAMITA. Pasa la voz.

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