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Por Martín Alonso Aragón
Flaco, cansado, ojeroso; esposado y sin afeitar fue exhibido el distinguido presidente del Fondo Monetario Internacional (FMI) tras su arresto en New York, todo por un simple deseo. . . bueno: Eso seguramente pensaba él.

A Dominique Strauss-Kahn se le derrumbó todo. Otros dirían “le quitaron la máscara, eso es lo que debería pasar con la mayoría, por no decir todos los que tienen poder”. Ahora la misión de los paparazzis es apuntar el lente a este tipo de personajes, ahí si que habría danza de millones.

Ustedes se imaginan a la reina Isabel persiguiendo al botones de un hotel, ¿para darle una “propina”? o a Michell Obama corriendo en paños menores por los pasillos de la “Casa Blanca” detras de un escolta, ¿para que le muestre la pistola? . . .

Cosas que habrían ocurrido y nadie jamás conocerá podrían haberle sucedido a personajes de este tipo. Mala suerte la de Dominique en su ¿primer intento? . . . Ummmmm !!!

La calentura de la capital del mundo acabó con Dominique. Este fue el peor “desfalco” del FMI en la historia económica del mundo. Destapó la “Caja menor” y cayeron monedas de todas las denominaciones por el pasillo de un hotel de lujo en New York.

El mas fuerte de los candidatos a la presidencia de Francia perdió por su mala elección: La de salir desnudo a correr detrás de una camarera: “Señorita yo lo que quiero es que me limpie el polvo . . . de la habitación, no piense otra cosa . . . venga, no se vaya, no me deje sin toallas” -eso dizque era lo que le decía Dominique a la empleada que salió corriendo de su habitación- Exagerada la camarera ¿NO?

Mientras el proceso de Strauss-Kahn reflejaba una tradición igualitaria de que todos los sospechosos de un delito reciben el mismo trato, sin importar su riqueza o poder.

En su país de origen, la líder del Partido Socialista francés, Martine Aubry, denunciaba las “degradantes imágenes” y manifestaba que Francia tiene suerte de tener una ley de presunción de inocencia que impide a los medios mostrar a los acusados con esposas antes de que sean condenados. Mientras tanto la mayoría de políticos conservadores en Francia se abstuvieron de comentar las imágenes de su rival, siguiendo la sugerencia del presidente Nicolas Sarkozy de mostrar “compostura y dignidad”.

Lo cierto de todo, es que el sorpresivo arresto de Strauss-Kahn por una supuesta agresión sexual contra aquella empleada de un hotel de lujo en Nueva York, sumió al Fondo Monetario Internacional en la incertidumbre, justo cuando dicha entidad está ayudando a Europa a atravesar una prolongada crisis de deuda.

Por su parte el acusado negaba los cargos. En una de las audiencias, una jueza de Manhattan rechazó un pedido de libertad bajo fianza y ordenó su prisión preventiva. Que horror, que vergüenza, mas allá de la indignación que una situación de estas puede causarle no solo a un país, si no a una familia.

Dominique la regó. Durante 26 de los últimos 33 años el FMI ha sido dirigido por un francés, y el bochorno causado por el incidente con Strauss-Kahn podría dificultar que París vuelva a colocar un candidato al frente de la institución. ¿Ven todo lo que puede ocasionar una simple “calentura”?

Pero es que era un vicio. Viejos fantasmas que en su tiempo importunaron a Dominique Strauss-Kahn saltaron de nuevo para morder de verdad a un político desacreditado de golpe ante el planeta entero. La prensa francesa desempolvó el caso, algo confuso, de la escritora y periodista Tristane Banon, que acusa también al director del Fondo Monetario Internacional (FMI) de haber querido forzarla sexualmente.

La historia, según lo publicaron los medio franceses la misma semana del arresto de Dominique en New York, se remonta a 2003, cuando Banon concertó con el político una entrevista en París para un libro que tenía pensado escribir. “Su piso estaba vacío, casi sin nada”, explicó, años después, en 2007, en un programa de televisión.

Banon, que pintó a Strauss-Kahn como “un chimpancé en celo”, continuó así relatando la escena: “Quiso que le diera la mano, porque decía que lo que iba a contarme era muy íntimo; de la mano pasó al brazo, y así…”. La entrevista, según Banon, acabó con los dos tirados en el suelo, peleándose. “Yo le daba patadas, él me desgarró el sujetador e intentaba bajarme el pantalón vaquero”.

Banon no denunció los hechos cuando, según ella, ocurrieron, en 2003. Tampoco en 2007, cuando se limitó a referirlos en un programa de televisión. . . No vale la pena seguir hablando del tema…. al “viejo verde” como le podríamos llamar en un buen término hispano se lo llevó el que lo trajo.

Mejor dicho, está que le revienta la pólvora. Mientras él se acaba de estallar, dispóngase Usted a reventarse, pero de la risa con este taco de “Dinamita” que tiene en sus manos. . . disfrute de la siguiente edición y dejemos que a Strauss le toque lo suyo.

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