Por Martín Alonso Aragón
A ese punto es que queremos llegar. Para quienes piensan que la presión por la inestabilidad laboral o por los famosos temas de inmigración nos están acorralando, hay una fórmula básica que está en cada uno de nosotros.
Esa fórmula no es ni matemática, ni jurídica y mucho menos política. Es más simple de lo que cualquiera se puede imaginar y está dentro del Yo interior que muchos hemos dejado a un lado, “porque el sistema nos absorbió”. Basta de dejarnos meter ese cuento y lo peor, creerlo, es tiempo de sacar nuestro haz debajo de la manga. Desde hoy la consigna es no ver más caras largas ni aburridas y mucho menos expresiones de angustia o de incertidumbre.
Llegó el momento de mostrar nuestra otra faceta, la que nos caracteriza como hispanos, la risa. Tan simple como una apertura pronunciada de la boca que deje ver nuestros dientes en todo su esplendor y tal vez un poca mas allá, pero no de la garganta hacia adentro, sino del alma para afuera, para que nos deje mostrar como somos, porque esa esencia no se puede quedar al otro lado de la frontera.
Si bien es cierto vinimos en busca del sueño americano, no podemos dejar que se convierta en pesadilla y nos deje perder las ganas de expresar nuestras armónicas sonrisas.
Desde hoy, no la guarde más, sáquela en toda su magnitud, sin temor, tal vez al mostrar nuestra risa hispana, contagiemos a los anglos y a los morenos, y a los otros inmigrantes . . . y hasta a los que nos miran con indiferencia porque solo nos ven trabajar o como dicen algunos, “quitarle el trabajo a los de aquí”.
Vamos a mostrar nuestra cara amable, más allá de ofrecer con nuestras manos desarrollo, crecimiento en infraestructura, fortalecimiento económico y hasta desarrollo político (aunque no lo quieran ver así), si mostramos nuestra risa en toda su expresión, nos vamos a ganar un espacio que nunca antes alguien haya intentado conquistar, el de la amabilidad a partir de un chiste que rompa el hielo y nos deje ser parte de aquella cultura americana que en el fondo reconoce que en nuestras raíces hay más que alegría y buen humor.
Justamente ese es el llamado que queremos hacer con esta nueva propuesta de comunicación. Ya es suficiente con las amargas noticias, no es justo que la información haya invadido todos nuestros espacios, dejándole muy poco a nuestra alegría o a nuestra manera de sacarle provecho a la vida.
Como dicen por ahí, el humor es el alimento para el alma, y ese alimento es el que justamente queremos ofrecer para dejar a un lado la rutina y el estres y darle a todos ustedes, nuestra comunidad hispana, gratos momentos de placer.
Desde hoy no lo piense más, hágase a la idea que más allá de una noticia común y corriente, puede haber miles de motivos para sonreír y sacarle jugo a la vida que seguimos aquí en medio de las dificultades que pueden hacerse menos pesadas, si le regalamos una sonrisa a la vida, o si juntos hacemos ‘explotar el cargamento’ de risas que tenemos guardadas y que hasta hoy empezamos a hacer detonar como ‘dinamita’.
Nosotros tenemos el encendedor, ustedes tienen la mecha y los estopines para que el fuego de la risa se expanda a lo largo y ancho de carolina del Sur, donde haya un hispano como nosotros. Así que ya no hay disculpa, desde hoy vamos a reír a carcajadas, o risotadas; mejor dicho: Con ganas haremos que la dinamita produzca una explosión de risas. Diviértanse y prepárense a ser parte del equipo.
